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Orar es amar
No hay diferencia entre oración y amor. No podemos decir que oramos, pero que no amamos o que amamos sin necesidad de orar, porque no hay oración sin amor y no hay amor sin oración - Madre Teresa de Calcuta -
La oración agradable a Dios es la que fluye de un corazón rendido con palabras sencillas que reconoce Su potestad y supremacía.
Pero también está la oración donde las palabras no son necesarias. Solo basta fundirse con el Creador en contemplación y adoración.
Orar por las necesidades del prójimo es una amorosa forma de compartir y hacer partícipe a Dios tanto de las tristezas como de las alegrías “…reír con los que ríen y llorar con los que lloran” (Romanos 12:15).
¡Dios aguarda esa oración de amor todos los días!
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