¿Porqué dijo Dios a Adán y a Eva que no debían comer del árbol de la ciencia del bien y del mal en e
De todo lo que había en el Jardín del Edén, Adán y Eva podían disfrutar y comer a excepción del árbol de la ciencia del bien y del mal (Génesis 2:16-17), “Y ordenó el Señor Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás”.
Ellos se movían en el Edén con total libertad. Ellos gozaban de esa plena facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, o de no obrar, siendo responsable de sus actos. Por eso cuando Dios les da el mandamiento, ellos tenían la plena libertad de acción de obedecerlo como desobedecerlo. En el caso de que eligiesen lo primero implicaría vida y si fuese lo segundo, involucraría la muerte tanto física como espiritual.
Dios les dio la oportunidad de elegir. Ellos debían jugarse y decidir. Dios no los manejó como a marionetas zarandeadas a Su antojo para que hiciesen esto o aquello. Pero la frase “La curiosidad mata al hombre” tuvo mayor peso en la decisión que tomaron.
Seguramente no había nada esencialmente malo acerca del árbol o el fruto del árbol. Es poco probable que el comer el fruto les diera en realidad a Adán y a Eva un mayor conocimiento. Fue el acto de desobediencia, lo que abrió los ojos de Adán y Eva al mal. El hecho de desobedecer a Dios introdujo el pecado y el mal al mundo y a sus vidas. El comer del fruto, como un acto de desobediencia contra Dios, fue lo que dio a Adán y a Eva el conocimiento del mal. Génesis 3:6-7 “Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido que estaba con ella, y él comió. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; y cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales”.
Dios no quería que Adán y Eva pecaran. Dios sabía anticipadamente los resultados que traería el pecado. Dios sabía que Adán y Eva pecarían, y que ello traería la maldad, el sufrimiento y la muerte al mundo. Entonces, ¿por qué pidió Dios a Adán y a Eva que no comiesen del árbol en el Jardín del Edén y permitió que fuesen tentados por Satanás?
Dios puso el árbol de la ciencia del bien y del mal en el Jardín del Edén para dejar a ellos la libre elección. Adán y Eva eligieron, por su libre voluntad, desobedecer a Dios y comer del fruto prohibido. El resultado: la maldad, el pecado, el sufrimiento, la enfermedad y la muerte han plagado al mundo desde entonces porque por su decisión todas y cada una de las personas nacemos con una naturaleza pecaminosa, una tendencia al pecado. “Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron…” Romanos 5:12
La decisión de Adán y Eva es lo que a última instancia requirió que Jesucristo muriera en la cruz y derramara Su sangre en nuestro favor. “Así pues, tal como por una transgresión resultó la condenación de todos los hombres, así también por un acto de justicia resultó la justificación de vida para todos los hombres. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno los muchos serán constituidos justos”. Romanos 5: 18-19.
A través de la fe en Cristo, podemos librarnos de las consecuencias del pecado, y finalmente ser libres del pecado mismo. Oremos a Dios que nos de la fortaleza para obedecer sus caminos, que no siempre nos resulta fácil y aceptables de acatar. Pensemos que cada vez que elegimos obedecerle, optamos por “la vida”. Sepamos elegir y optar con sabiduría de lo alto.