¿Quién es el Espíritu Santo? (I Parte) - Who is the Holy Spirit? (Part I)
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas”. Génesis 1:1-2
¿Y quién era precisamente el Espíritu que se deslizaba sobre la faz de las aguas?
¿Era algo concreto, tenia personalidad?
¿Es el Espíritu Santo una persona?
El Espíritu Santo es una persona, una entidad (ente) con personalidad propia, como el Padre y el Hijo. Y ¿qué es un “ente”? Un ente[1] es todo aquello que ES y lo que hace que los entes sean, se lo llama “ser”.
Cuando decimos que una entidad es una persona, hay quienes entienden que necesariamente esta entidad debe tener una forma carnal. Sin embargo, una entidad es personal, tenga corporeidad o no, siempre y cuando cumpla con los atributos de una persona. Para ser persona, un ente debe tener ciertos atributos:
Conocer cosas y hechos,
tener sentimientos como gozo, ira, placer y tristeza,
y tener voluntad para decidir cuáles serán sus actitudes hacia esos sentimientos.
Puesto que el Espíritu Santo tiene todos los atributos de las personas, aunque no sea visible, es persona y solamente un ser con personalidad puede comprender nuestros problemas y ayudarnos. No podemos sostener un diálogo con las piedras, los árboles o las fuerzas impersonales. En cambio, por ser una Persona divina, el Espíritu Santo puede comprender profundamente nuestros asuntos y ayudarnos.
Jesús mismo no tuvo la misma forma carnal después de su resurrección (1 Corintios 15:42-50). El cuerpo de Jesús no fue una simple visión ni un fantasma. Los discípulos lo tocaron y Él comió. Por otro lado, su cuerpo humano no se restauró como el de Lázaro, Él podía aparecer y desaparecer. El apóstol Pablo lo dijo: "Aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así" (2 Corintios 5:16). ¿Quiere esto decir que Jesús perdió su condición de persona? Por supuesto que no. Su cuerpo resucitado era mucho más real que antes; ahora era inmortal.
Veamos las pruebas bíblicas acerca de esto.
Sabemos que el Espíritu Santo es una persona, porque la Biblia usa continuamente pronombres personales para referirse a él:
Juan 15:26: "El Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí."
Juan 16:7,8: “Si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio."
Juan 16:13: “Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad
[1] La palabra ente viene del latín (que es, que existe, ser) y tiene su analogía con el griego (on, ontos) del mismo significado. Cosa o ser que tiene existencia real o imaginaria. El estudio del ente o ser, es el objeto de la ontología. El término entidad o ente, en su sentido más general, se emplea para denominar todo aquello cuya existencia es perceptible por algún sistema animado. Una entidad puede por lo tanto ser concreta, abstracta, particular o universal. Es decir, las entidades no son sólo los objetos cotidianos como sillas o personas, sino también propiedades, las relaciones, los eventos, números, conjuntos, proposiciones, mundos posibles, creencias, pensamientos, etcétera.
Continuará en la (II Última Parte): “Atributos del Espíritu Santo como persona”
Who is the Holy Spirit? (Part I)
Based on Genesis 1:1-2
“In the beginning God created the heavens and the earth. Now the earth was formless and empty, darkness was over the surface of the deep, and the Spirit of God was hovering over the waters.” Genesis 1:1-2
And who exactly was the Spirit that was hovering over the face of the waters?
Was it something concrete, did it had personality?
Is the Holy Spirit a person?
The Holy Spirit is a person, an entity (entity) with its own personality, as the Father and the Son. And what is an "entity"? An entity[1] is everything that IS. What makes the beings be, it is called "to be".
When we say that an entity is a person, there are those who understand that this entity must necessarily have a carnal form. However, an entity is personal, corporeal or not, as long as it meets the attributes of a person. To be a person, an entity must have certain attributes:
Knowing things and facts,
having feelings such as joy, anger, pleasure, and sadness,
and having the will to decide what their attitudes towards those feelings will be.
Since the Holy Spirit has all the attributes of a person, even if it is not visible, it is a person and only a being with personality can understand our problems and help us. We can not hold a dialogue with stones, trees or impersonal forces. Instead, as a Divine Person, the Holy Spirit can deeply understand our affairs and help us.
Jesus himself did not have the same fleshly form after his resurrection (1 Corinthians 15: 42-50). Jesus' body was not just a vision or a ghost. The disciples touched Him and He ate. On the other hand, his human body was not restored like that of Lazarus, He could appear and disappear. The Apostle Paul said, “Though we once regarded Christ in this way, we do so no longer." (2 Corinthians 5:16). Does this mean that Jesus lost his status as a person? Of course not. His resurrected body was much more real than before, now it was immortal.
Let's look at the biblical proofs about this.
We know that the Holy Spirit is a person because the Bible continually uses personal pronouns to refer to it:
John 15:26 “When the Advocate comes, whom I will send to you from the Father—the Spirit of truth who goes out from the Father—he will testify about me.”
John 16:7-8 “Unless I go away, the Advocate will not come to you; but if I go, I will send him to you. When he comes, he will prove the world to be in the wrong about sin and righteousness and judgment…”
John 16:13 “…when he, the Spirit of truth, comes, he will guide you into all the truth.”
[1] The word entity comes from Latin (which is, that exists, to be) and has its analogy with Greek (on, ontos) of the same meaning. A thing or being that has real or imaginary existence. The study of entity or being is the object of ontology. The term entity or being, in its most general sense, is used to refer to everything that is perceptible by some animated system. An entity can, therefore, be concrete, abstract, particular or universal. That is, entities are not only everyday objects such as chairs or people, but also properties, relationships, events, numbers, sets, propositions, possible worlds, beliefs, thoughts, and so on.
It will continue in (Last Part II): "Attributes of the Holy Spirit as a Person"