Dos Puertas, dos Sendas
“Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.
Todos los días nos enfrentamos a diferentes opciones, distintos caminos a seguir y decisiones a tomar. De nosotros depende elegir el camino fácil, el placentero, el cómodo; el de la perdición (la puerta ancha) o el camino esforzado, el perseverante y laborioso, el de la salvación, (la puerta estrecha).
En este pasaje Jesús hace referencia a la puerta “estrecha”, esa puerta angosta que lleva a la vida eterna. La puerta que lleva al cielo es angosta, no es fácil su paso. Una puerta estrecha es más difícil de pasar que una ancha, y sólo pocas personas son capaces de pasar por ella.
Algunos piensan que por el hecho de ser cristiano, las cosas van a resultar simples, cómodas y viables ya que Dios está de nuestro lado. Sin embargo, no es así.
Aunque tengamos libertad de hacer lo que queramos, “… no todo… conviene; ni todo fortalece la vida cristiana” (1 Corintios 10:23). No todo es para edificación del alma, ni todo lo que reluce es oro.
¿Qué significa elegir la puerta estrecha?
Elegir la puerta estrecha significa elegir el camino de la cruz y ese camino implica sacrificio, esfuerzo, tenacidad y renuncia. Entendiendo por renuncia el hecho ir dejando el viejo hombre y mujer para ir forjando el carácter de Cristo en nuestra vida.
Y ¿qué significa abandonar el viejo ser? Significa desistir de toda aquello que desagrada a Dios. Significa dejar esa forma hiriente de hablar o en doble sentido, prejuzgar a los demás, dejar de lado nuestro individualismo y comenzar a pensar más en el otro y cuidar de él y ser transparente en nuestra manera de actuar de manera que todo lo que hagamos sea para honrar a Dios (1 Corintios 10:31).
Significa aceptar el desafío de que Dios nos vaya moldeando como a vasija imperfecta obrando en cada aspecto de nuestra vida a fin de ir creciendo a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Efesios 4:13).
Significa estar en sintonía con las enseñanzas de Jesús. Es mostrar el fruto maduro, aquel que está a punto de caramelo.
Obviamente la puerta ancha es más tentadora. Lo que hay del otro lado nos atrae, nos enceguece, nos llama la atención y parece convenirnos.
Pero llegado el caso ¿Tú, que puerta prefieres, la de la salvación o la perdición?
Nadie te obliga, la elección es tuya. ¿Aceptas el desafío de optar por la puerta estrecha?
Solamente recuerda y reflexiona,
Una te lleva a la vida eterna para gozar una nueva creación junto a Jesús y la otra te lleva directamente como vuelo directo sin escala a la perdición, a permanecer el resto de tus días alejado del Dios Creador en soledad.
¿Acaso no vale la pena el esfuerzo?
Two doors, Two paths
Based on Matthew 7:13-14
“Enter through the narrow gate. For wide is the gate and broad is the road that leads to destruction, and many enter through it. But small is the gate and narrow the road that leads to life, and only a few find it.” Matthew 7:13-14
Every day we face different options, different paths to follow and decisions to make. It is up to us to choose the easy way, the pleasant way, the comfortable way; the one of perdition (the wide gate) or the forced path, the persevering and laborious one, that leads to salvation, (the narrow gate).
In this passage Jesus, refers to the "narrow" door, that narrow door that leads to eternal life. The door that leads to heaven is narrow; its passage is not easy. A narrow door is harder to pass than a wide door, and only a few people are able to pass through it.
Some think that being a Christian, things will be simple, comfortable and viable because God is on our side. However, it is not like that.
Although we have the freedom to do what we want, “…not everything is beneficial…not everything is constructive” (1 Corinthians 10:23). Not everything is for the edification of the soul, nor all that glitters is gold.
What does it mean to choose the narrow door?
Choosing the narrow door means choosing the path of the cross and that path implies sacrifice, effort, tenacity, and renunciation. Understanding by resignation the fact to leave the old man and woman to go forging the character of Christ in our life.
And what does it mean to abandon the old self? It means giving up everything that displeases God. It means leaving that hurtful way of speaking or in a double sense, prejudging others, leaving aside our individualism and starting to think more about the other and take care of it and be transparent in our way of acting so that everything we do is to honor God (1 Corinthians 10:31).
It means accepting the challenge of God shaping us as an imperfect vessel working in every aspect of our life in order to grow according to the stature of the fullness of Christ (Ephesians 4:13).
It means being in tune with the teachings of Jesus. It is to show the ripe fruit, the one that is about caramel.
Obviously, the wide door is more tempting. What is on the other side attracts us, blinds us, catches our attention and seems to agree with us.
But when it comes down to it, which door do you prefer, the one of salvation or the one of perdition?
Nobody forces you, the choice is yours. Do you accept the challenge of opting for the narrow door?
Just remember and reflect:
One leads you to eternal life to enjoy a new creation with Jesus and the other takes you directly as a nonstop flight to perdition and to remain the rest of your days away from the Creator God in solitude.
Doesn´t worth the effort?