¿Cómo creerán, si no lo presentamos?
¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? ¡Como está escrito!: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Romanos 10:14-15
Los apóstoles, los profetas, los discípulos y los primeros cristianos tenían ese fuego interior y esa premura en dar a conocer el mensaje y la persona de Jesús, nuestro Salvador, más allá de sufrir persecuciones, martirio y muerte.
En la actualidad, los que estamos “en Cristo” seguimos siendo llamados por el Señor a proclamar su Palabra. El mandato perdura a través de los tiempos: escuchar la voz de Dios, presentar su Reino y predicar más allá del descreimiento, la burla, la risa o nos consideren unos “bichos raros”.
Debemos los creyentes predicar a tiempo y a destiempo (2 Timoteo 4:2). Demos a conocer y mostremos con nuestro testimonio de que hay otra manera de vivir, pensar y actuar, más allá de las modas, los tiempos o las imposiciones de la sociedad.
No nos amedrentemos, no nos preocupemos en el cómo, cuándo o que diremos. Tengamos valor y fe que a su debido tiempo el Santo Espíritu nos fortalecerá y pondrá las palabras justas y necesarias en nuestra boca a fin de que a través nuestro se cumpla cabalmente la proclamación del mensaje para que impacte en aquellos a quienes Dios desea su Palabra llegue. Por eso el Señor nos alienta a continuar con la predicación “No temas, sigue hablando y no calles; porque yo estoy contigo…” Hechos 18:9-10
Si optamos por callar, no proclamamos la verdad y no invocásemos en quien creemos, ¿cómo será posible que los demás crean en quien no han creído, ni oído, ni nunca se les presentó?
Reflection
Based on: Romans 10:14-15
How will they believe, if we do not present it?
“How, then, can they call on the one they have not believed in? And how can they believe in the one of whom they have not heard? And how can they hear without someone preaching to them? And how can anyone preach unless they are sent? As it is written: “How beautiful are the feet of those who bring good news!” Romans 10:14-15
The apostles, the prophets, the disciples and the first Christians had that inner fire and that haste to make known the message and the person of Jesus, our Savior, beyond suffering persecution, martyrdom and death.
At present, those of us who are "in Christ" continue to be called by the Lord to proclaim his Word. The mandate lasts through the ages: listen to the voice of God, present his Kingdom and preach beyond the disbelief, mockery, laughter or consider us "weirdos".
We must “Preach the word; be prepared in season and out of season…” 2 Timothy 4:2. Let us know and show with our testimony that there is another way of living, thinking and acting, beyond the fashions, times or impositions of society.
Let us not be afraid, do not worry about how, when or what we will shall say. Let us have courage and faith that in due time the Holy Spirit will strengthen us and put the right and necessary words in our mouth so that through us the proclamation of the message will be fulfilled so that it will impact those to whom God desires. That is why the Lord encourages us to continue with the preaching "Do not be afraid, keep on speaking, do not be silent. For I am with you... " Acts 18: 9-10
If we choose to remain silent, we do not proclaim the truth and we do not invoke who we believe in, how is it possible that others believe in those who have not believed, heard, or never presented themselves?