Una pareja sana = Una familia sana (I Parte)
Sin amor no hay unidad y en la familia y el hogar es donde mayoritariamente debería verse esa praxis producto y resultante del amor. La unidad se construye teniendo como base y fundamento al amor y ese amor, precisamente, proviene de Dios, porque Dios es amor (1 Juan 4:7-8 y 16).
Si nos remitimos al Génesis, en el acto mismo de la creación se exterioriza y plasma el amor de Dios. Como Artista y Maestro con amplio dominio sobre colores, formas, texturas, fragancias y sonidos, denota esmero en cada pincelada. Estas translucen su profundo amor, pasión y dedicación. En cada: “Dios dijo…” mostraba una sintonía perfecta, nutrida y sustentada por la fuerza del amor. Y en el sexto día como broche de oro creó Dios al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza (Génesis 1:27) para que disfrutasen y ejerciesen mayordomía sobre lo creado con tanto amor para ellos.
Si nos adelantamos más y vamos a Génesis 2:24 vemos que Dios le indica al hombre que debía dejar: “… a su padre y a su madre y se (uniría) unirá a su mujer, y (serían) serán una sola carne”.
En esta comanda, Dios emplea tres verbos: dejar – unir y ser.
Analizando cada uno de ellos vemos que en:
Dejar: Dios no estaba significando que la nueva pareja tuviese que abandonar o dejar a su padre y madre, sino que pasarían a formar un nuevo vínculo en un lugar especial, dejando el espacio anterior.
Unir: Dios les estaba dando a entender que unirían sus vidas formando un firme vínculo en su nuevo hogar, proyectándose hacia el futuro.
Ser: les estaba manifestando que debían construir un nuevo vínculo para el bien, para formar una familia sana en todo aspecto.
Pero Dios no se detuvo ahí sino que les da una nueva comanda: “Sed fecundos y multiplicaos…” (Génesis 1: 28) utilizando para ello otros dos verbos: fructificar y multiplicar.
Fructificar: en el original paráh (hebreo). La raíz primaria de ésta palabra significa: llevar fruto (literalmente o figurativamente); aumentar, crecer, ser fértil, fructífero, fructificar, dar fruto, multiplicar, producir, retoñar “…escudriño el corazón, pruebo los pensamientos, para dar a cada uno según sus caminos, según el fruto de sus obras”. (Jeremías 17: 10).
Dios les estaba queriendo decir que: “Ustedes me tiene que levantar una generación de gente madura, gente calificada para reinar y para gobernar en la tierra”, porque: ¡madurez era la clave para reinar! Sólo gente madura puede “fructificar” y en el caso de la familia, la intención de Dios al formarla era de que primase la madurez, que madurasen, que fuesen adultos y responsables de sus acciones y capaces de dar buen fruto.
Multiplicar: en el original "rabáh” (hebreo). La palabra significa: aumentar, abundancia y si en principio la idea era la de tener descendencia, no todo quedaba allí. Esto implicaba una familia extendida con vínculos y relaciones sanas, profundizando en el conocimiento mutuo.
Las directivas que Dios impartió en su momento…
Continuará en la (II Parte)
A healthy couple = A healthy family (Part I)
Based on: Genesis 2:24 - Genesis 1:28
Without love there is no unity and in the family and home is where that praxis should be seen product and resulting from love. Unity is built on the basis and foundation of love and that love, precisely, comes from God, because God is love (1 John 4: 7-8 and 16).
And in the act of creation itself, is where God expresses and externalized his love. As an Artist and Master with extensive knowledge of colors, shapes, textures, fragrances and sounds, it denotes dedication in each brushstroke.
This action reveals his deep love, passion and dedication. Each: "God said ..." showed a perfect harmony, nourished and sustained by the strength of love. And as a finishing touch, on the sixth day, God created man and woman in his own image (Genesis 1:27) so that they would enjoy what he had created with so much love for them.
Later, in Genesis 2:24 God tells the man to leave: "... his father and mother and is united to his wife, and they will become one flesh."
In this command, God uses three verbs: let - unite and to be.
Analyzing each of them we see that:
Leave: when God said they´ll had to leave their parents, it was not meant to be that the new couple had to leave or abandon their father and mother, but that they would form a new bond in a special place, leaving the previous space.
Unite: with unite; God was giving them the understanding that they would unite their lives forming a firm bond in their new home, projecting towards the future.
To be: and here, God manifested that they should build a new bond for good, to form a healthy family in every aspect.
But God did not stop but in Genesis 1: 28 gives them a new command: "Be fruitful, and multiply..." for this using two other verbs: be fruitful and multiply.
Fructify: in the original paráh (Hebrew). The primary root of this word means: bear fruit (literally or figuratively); increase, grow, be fertile, fruitful, fructify, multiply, produce, sprout "I the Lord search the heart and examine the mind, to reward each person according to their conduct, according to what their deeds deserve". (Jeremiah 17: 10)
God meant that: "You have to raise me a generation of mature people, qualified people to reign and to rule on earth” because: maturity was the key to reign! Only mature people can "fructify" and in the case of the family, the intention of God in forming it was that maturity prevailed, that they were adults and responsible for their actions and capable of bearing good fruit.
Multiply: in the original "rabáh" (Hebrew) the word means: to increase, abundance and if in principle the idea was to have offspring, not everything was left in. This implied an extended family with healthy relationships and interrelation, deepening in the mutual knowledge.
The directives that God gave at the time...
Continue in (Part II).