Crisis Matrimonial
Si estás pasando por una crisis matrimonial, si sientes que nada puede salvar tu matrimonio y que el divorcio es la única salida, nunca olvides que para Dios, nada es imposible, (Lucas 1:37). Dios puede revertir circunstancias y personas ayudando a replantear actitudes que por sí solos no pueden resolver. En Dios, todo es posible.
Presenta ante Dios tus necesidades, gozos, tristezas, cuidados y temores. No pienses que no te escucha o que puedes cansarlo con tus peticiones. El que tiene contados los cabellos de tu cabeza no es indiferente a tus necesidades “…el Señor es muy compasivo y misericordioso”. (Santiago 5:11).
Su amoroso corazón se conmueve por nuestras tristezas y por nuestros tiempos de soledad, incomprensión y abatimiento. Llévale todo lo que deje perpleja tu mente. Ninguna cosa es demasiado grande como para que Él no la pueda soportar, porque Él sostiene los mundos y gobierna todos los asuntos del Universo.
Nada que de alguna manera afecte nuestra paz es demasiado pequeño como para que Él no lo note. No hay en nuestra experiencia capítulo demasiado oscuro que no pueda leer; ni perplejidad demasiado difícil que no pueda desenredar.
Ninguna calamidad puede acaecer al más pequeño de sus hijos, ninguna ansiedad puede asaltar al alma, ningún gozo alegrar, ninguna oración sincera escapar de los labios, sin que nuestro Padre celestial esté al tanto de ello. Él tomará cartas en el asunto “…sanando a los quebrantados de corazón, y vendando sus heridas”. (Salmo 147:3).
Permanece en él, sigue orando y clamando. Solamente te pido que tengas “…fe como un grano de mostaza…” (Mateo 17:20).