Las Murallas de Jericó (IV Última Parte) Confía en el Poder de Dios
El extraño pedido de Dios a Josué de derribar las “Las murallas de Jericó” nos permite reflexionar sobre una lección que deberíamos aprender. Josué no se detuvo a cuestionar o a dudar de Dios. Aunque el mandato resultase muy extraño, Dios ya le había anticipado una promesa y Josué creyó y confió en su Palabra. El resultado: ¡el Señor en todo momento luchó por Israel! Lo primero y único que Josué debía hacer, era obedecer y confiar en Dios.
La seguridad y obediencia de Josué debería ser ejemplo para todos. Aunque el deber y la responsabilidad a enfrentar sean difíciles, debemos entender que no cargamos con ella solos sino que Dios nos acompaña. Él es quien nos sostiene y renueva las fuerzas, entonces, las cosas cambian. No importa si las decisiones a tomar sean difíciles, cuando se confía en Dios y seguimos su indicación, las cosas se enfrentan mejor, porque su paz nos sostiene.
En la Biblia, tenemos miles de promesas que podemos alcanzar. Cuando el enemigo rodea nuestra vida, amenaza con destruirnos y dificulta el actuar, ¡lo primero que se debe hacer es poner la mirada en las promesas de Dios!
Confía en el poder de Dios para librarte del mal. Tuya solamente es la decisión si deseas enfocarte en tu capacidad, en tu fuerza, o en la de Dios. Toda la vida es una oportunidad para aprender a confiar más en Él, para conocerlo realmente y creer en sus promesas, su capacidad, su fuerza, su poder, su misericordia, en su perdón y carácter. Dios no abandona ni rechaza a los que lo buscan.
Ten valor y firmeza en todo momento afianzándote en tu Padre celestial sabiendo que está contigo en cada momento del día dándote sabiduría para seguir adelante.
Dios está delante tuyo, Dios pelea cada batalla por ti, no estás solo/a, solamente confía, esfuérzate, sigue adelante y sé valiente!!!