Mantengamos la mirada en Cristo
“…Cristo es todo y en todos”.
No son solamente los no salvos quienes necesitan considerar a Jesús. Los creyentes, no importa cuánto tiempo están en el Señor, también necesitan considerarlo en todo lo que hagan. La razón por la que muchos cristianos se sienten débiles y preocupados es porque dejan de considerar, de tomar en cuenta a Cristo, y así no hacen suya la fuerza, la tranquilidad y su paz.
El Espíritu Santo siempre nos lleva hacia Cristo. Es cuestión de ser sensibles a su voz y si lo hemos escuchado, no endurezcamos nuestro corazón (Hebreos 3:7-8).
Cuando la vida se torna difícil, los problemas parecieran no tener solución, cuando todo cuesta demasiado, cuando las puertas se cierran, cuando pareciera no haber una salida lógica, cuando todo sale mal, cuando la desilusión y la depresión se vuelven normales y la tentación pareciera imposible de resistir, no te preocupes, hay una salida, hay un camino a tomar.
Pon tu mirada en Jesús y mantenla allí intensa y fijamente hasta que Él comience a revelar todo su poder glorioso ante tus propios ojos.
Miren a Jesús. Mantengan su mirada en Él y no bajen la mirada para ver lo desconcertante e inexplicable que los rodea, la miseria, la incomprensión, lo inalcanzable e inexplicable.
Manténganse en todo momento considerando a Jesús. No necesitan más.
Él es suficiente para todo. Cristo es todo y en todos. Cristo es todo lo que necesitas.