Caminando por Fe con la Guía de Dios

Basado en: 2 Corintios 5:7

“Porque por fe andamos, no por vista”.

Los cristianos caminamos por fe. La vida de fe es una vida de confianza en Dios, incluso cuando no podemos verlo personalmente. La Escritura nos dice en 2 Corintios 5:7: “Porque por fe andamos, no por vista”. Esta fe nos sostiene en momentos de soledad y necesidad, recordándonos que no estamos solos; Dios está siempre con nosotros.

Además, Él llena nuestro espíritu. En medio de la soledad y el dolor, Dios interviene y nos rescata. Su presencia llena cada vacío y satisface cada necesidad. Cuando nos acercamos a Él en oración, sentimos Su cercanía y Su amor renovador.  Como dice Lamentaciones 3:22-23: “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”.

Podemos confiar en que Dios cuida de nosotros. Él es nuestro amigo y protector. En 1 Pedro 5:7, se nos invita a echar “…toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. Esta promesa nos brinda paz y seguridad, sabiendo que nuestros problemas y preocupaciones están en Sus manos.

Dios tiene el control total. Aunque las circunstancias de la vida puedan parecer caóticas o fuera de control, podemos descansar en la soberanía de Dios. Él está en control de todas las cosas, y Su plan para nosotros es bueno y perfecto. Romanos 8:28 nos recuerda que “…sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”.

Podríamos comparar el caminar por fe con un vuelo nocturno. Cuando el piloto vuela de noche, no puede ver el horizonte; sin embargo, confía en un instrumento crucial: el horizonte artificial. Este instrumento le indica si el avión está nivelado, ascendiendo o descendiendo, permitiéndole mantener el rumbo correcto a pesar de la falta de referencias visuales externas debido al mal tiempo o al vuelo nocturno. De manera similar, aunque no podamos ver a Dios ni nuestro camino con claridad, confiamos en que Él está guiándonos y manteniéndonos en la dirección correcta.

Finalmente, el caminar por fe significa que aunque no lo veamos física o personalmente, Él está a nuestro lado. Esta verdad es fundamental para nuestra vida cristiana. Jesús mismo prometió en Mateo 28:20: “He aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Esta promesa nos da la fuerza para seguir adelante, sabiendo que Él nunca nos dejará ni nos abandonará.

Dios nunca se tarda, siempre llega a tiempo.

Aunque no lo veas, él está a tu lado guiándote y sosteniéndote.

A él sea por siempre la gloria, honra y alabanza.