¿Cuáles son las características de un siervo de Dios?
Basado en: 1 Tesalonicenses 2:1-12
El ministerio del apóstol Pablo en Tesalónica
El evangelio había sido recibido por la comunidad cristiana de Tesalónica, habiendo una gran aflicción (Hechos 17:5-9). En ese tiempo, por intermedio del apóstol Pablo, la palabra de Dios llegó a Tesalónica, una colonia romana y pagana, controlada por una de las mayores potencias políticas y militares que el mundo ha conocido, Roma, alcanzando allí los corazones y vidas de muchas personas.
La predicación del apóstol Pablo finalmente dio su fruto. Cuando el Espíritu de Dios intervino en los cristianos de Tesalónica, buscaron apartarse de toda idolatría imperante en el lugar, permitiendo que esa relación personal con el Espíritu de Dios restaure, transforme y cambie sus vidas. De hecho, fue una perfecta ocasión para que el testimonio de ellos impactase en otras ciudades del imperio Romano así muchos llegaron al Señor.
Sus pesares y aflicción tornaron en gozo al ser alimentados espiritualmente, permitiéndoles disfrutar de una vida en el espíritu en medio de las circunstancias más adversas.
Renovados en el espíritu, ellos se convirtieron en dignos siervos de Dios.
Si te preguntas cómo debería ser un fiel y verdadero cristiano testigo de Jesucristo, aquí te lo contamos:
1. Sirve por la fe y no trabaja en vano (v.1)
2. Sirve a pesar de los sufrimientos e insultos (v. 2)
3. Sirve con sinceridad de corazón (v.3)
4. Sirve para agradar únicamente al Señor (v.4).
5. Sirve sin procurar glorias humanas (v.5).
6. Sirve desinteresadamente (v. 5-6).
7. Sirve como un padre a sus hijos (v. 7,11).
8. Sirve sacrificándose a sí mismo (v. 8; Colosenses 1:24).
9. Sirve sin esperar nada a cambio (v.9).
10. Sirve a través de su ejemplo (v. 10).
11. Sirve como inspiración para otros (v. 12).
El siervo de Dios, ante todo, sirve por amor al Señor Jesucristo, reconociendo su sacrificio vicario “…para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”. (Juan 3:15-17).