¿Figuras en el Libro de la Vida? Descúbrelo
Basado en: Lucas 10:20 – Apocalipsis 21:27 – Apocalipsis 3:5
“…regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”.
“No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero”.
“El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”.
Hoy nos encontramos ante una verdad poderosa y transformadora: aquellos que creemos que Jesús murió crucificado por nuestros pecados, hemos sido justificados ante el Padre Celestial. Esta justificación no solo nos otorga una nueva vida, sino que también nos convierte en nuevas criaturas en Cristo. Es un milagro que, al ser justificados, nuestros nombres han sido inscritos en un registro celestial muy especial: el Libro de la Vida del Cordero.
Este libro no es una metáfora ni una simple figura literaria, sino una realidad que Jesús mismo menciona en las Escrituras. En él, están anotados aquellos que han puesto su fe en el sacrificio del Cordero inmolado, nuestro Señor Jesucristo. La importancia de este libro es inmensa, ya que de él depende nuestra vida eterna.
Este mensaje no solo es un recordatorio de nuestra justificación y nueva vida, sino también un llamado urgente a todos aquellos que aún no han creído en la existencia de este libro y en lo que significa. La incredulidad y el escepticismo pueden cegar a muchos, impidiéndoles ver la verdad que se encuentra en Cristo. Sin embargo, la realidad permanece: solo aquellos cuyos nombres están escritos en el Libro de la Vida del Cordero tendrán parte en la vida eterna con Dios.
Es nuestro deber, como creyentes, no solo vivir en la certeza de nuestra justificación, sino también perseverar en la fe para mantener nuestros nombres inscritos en ese libro sagrado. La salvación no es solo un punto de partida, sino un camino de perseverancia y fidelidad.
Para aquellos que aún dudan o no creen, este es un llamado a abrir sus corazones y considerar la realidad de este libro y lo que representa. No es algo trivial, sino una cuestión de vida o muerte eterna. Jesús nos ofrece la oportunidad de estar entre los redimidos, pero es necesario creer y perseverar en la fe.
Que esta reflexión nos lleve a examinar nuestras vidas, a renovar nuestro compromiso con Cristo y a compartir esta verdad con quienes aún no han creído. Porque solo en Él encontramos la verdadera vida, y solo a través de su sacrificio somos justificados y al creer tenemos da la certeza de que nuestro nombre figure en el Libro de la Vida.
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