La Importancia de Nuestras Decisiones

Basado en: Deuteronomio 30:19

"Mira que pongo delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia... “

En el umbral de este nuevo año, el versículo de Deuteronomio 30:19 nos conduce a una profunda reflexión sobre el poder de nuestras elecciones. Nos recuerda que la vida está marcada por decisiones y, en este nuevo comienzo, se presenta ante nosotros una página en blanco donde nuestras determinaciones moldearán el rumbo de nuestros días venideros.

Las palabras “vida y bien, muerte y mal, bendición y maldición” resuenan como recordatorios poderosos de los diversos caminos disponibles. En este punto crucial, se nos insta a ser conscientes de que cada sendero elegido tendrá sus consecuencias, impactando no solo nuestras vidas, sino también las de nuestros seres queridos.

El llamado es claro: tomar conciencia de nuestras determinaciones. ¿Qué sendero escogeremos en este nuevo año? ¿El que nos conduzca hacia la plenitud, la prosperidad y la bendición, o aquel que pueda llevarnos hacia la desdicha y el dolor? Cada decisión trazará un camino único, definiendo nuestro bienestar futuro.

Este pasaje insta a la responsabilidad personal, a reflexionar antes de actuar, enfatizando la trascendencia de nuestras decisiones, las cuales repercutirán en nuestro presente, futuro y en las generaciones venideras.

La elección entre la vida y la muerte, el bien y el mal, es un tema recurrente en la Biblia, y este pasaje específico nos recuerda las consecuencias significativas de nuestras elecciones. Optar por la vida implica no solo buscar nuestro propio bienestar, sino también contribuir a la paz y al bienestar de quienes nos rodean.

Al elegir la vida, abrazamos valores que fomentan el bienestar, la justicia, la compasión, la empatía y el amor hacia el prójimo. Es un llamado a vivir conforme a la palabra viva y eficaz de Dios, quien es bueno y recto, amante de la justicia, guiando a cada uno por el camino de la luz.

Así, Dios nos presenta la vida y el bien, la muerte y el mal, la bendición y la maldición. ¿Cuál eliges?