Llegará un Tiempo de Calma y Sosiego
Basado en: Apocalipsis 21:3-4
"Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, en donde Dios mismo estará con nosotros, enjugando toda lágrima y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”.
Te entiendo perfectamente si estás pasando por un momento difícil en la vida o si te abruman las noticias que lees o escuchas en los medios. Puede que sucedan en un entorno cerca tuyo o en lugares lejanos, otros países, pero este pasaje nos hace reflexionar y traer un poco de aliento al saber que llegará un tiempo (solo Dios es conocedor de ese tiempo; Mateo 24:36) en el cual habrá un cielo nuevo y una tierra nueva. La idea central es que en ese nuevo estado de cosas, la presencia de Dios estará directamente con nosotros, y la paz y su justicia reinarán.
El pasaje ofrece consuelo al presentar una visión de un futuro donde la justicia, el amor y la presencia divina triunfan sobre las tribulaciones, como la eliminación de elementos dolorosos y trágicos de la vida actual, como la muerte, el llanto, el clamor, la enfermedad y el dolor.
Al reflexionar sobre las adversidades que enfrentamos, este pasaje nos invita a mantener la esperanza en un futuro redimido por la presencia divina. Además, el Evangelio según Juan, capítulo 3, versículo 16, complementa esta esperanza al recordarnos el amor inmenso de Dios: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna."
Así, la promesa de vida eterna a través de la fe en Jesucristo, sabiendo que Dios enjugará toda lágrima ya que todo sufrimiento ha quedado atrás, sugiere un estado de paz y felicidad duradero. Esta visión es un recordatorio de la esperanza y la promesa de un futuro redimido, libre de las aflicciones que conocemos en la actualidad. A su vez, nos ofrece la certeza de un futuro eterno en la presencia amorosa de Dios.
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