Nuestra esperanza de gloria
Y es que en la esencia del hombre subyace la intrínseca necesidad de esperanza. El hombre vive en cuanto tiene esperanza en algo o en alguien. Moltmann convenientemente define al hombre como un “ser escatológico”. Toda vez que el hombre tiene el encuentro con Jesucristo, la esperanza de gloria resplandece en él liberándolo del quietismo, incluso del nihilismo.[i]
Al tener comprensión de esa esperanza gloriosa que tiene nombre propio: Jesucristo “nuestra esperanza de gloria” resulta en que nuestra fe se afirme y se transforme en acciones concretas en nuestra manera de vivir, de ver el mundo y en proclamar el evangelio.
[i] Quietismo: movimiento místico del siglo XVII. Enseña que el propósito es alcanzar la paz interior en el alma por medio de la contemplación, aboliendo la voluntad en absoluta quietud. Rechaza el razonar y el ejercitar las facultades mentales, volitivas, con el propósito de que Dios actúe. Nihilismo: el nihilismo es una doctrina filosófica que considera que al final todo se reduce a nada y, por lo tanto, nada tiene sentido.
Rigoberto Gálvez. Repensar la Escatología. CLIE, Barcelona, 2023, p.28
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