Piedras en el camino

Basado en: Salmo 91:11-12

“Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos.

En las manos te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra”.

La vida no es una línea recta sin escollos. La vida es un camino sinuoso con obstáculos. Habrá momentos donde se podrán sortear, pero no sin dificultad, quedando muy lejos ese añorado tiempo de una vida armoniosa y apacible. Quizás la paz y armonía retornen en corto período de tiempo y pensemos que ya todo pasó.

Pero la vida sigue su implacable transitar, resultando imposible de manera premeditada “clonar” esos momentos “dorados” de nuestra vida. Y sin darnos cuenta, estaremos frente a una nueva adversidad.

¡Y así es! de esta manera transcurre la vida. Con obstáculos que aparecen de manera sorpresiva, otros se podrán divisar a la distancia y así anticiparnos, mientras que otros se mantendrán ocultos y agazapados acechando nuestro paso por el lugar.

Es muy probable que Dios y sus ángeles en algún momento determinado nos hayan librado de situaciones de riesgo, de peligro, y porque no, de muerte, que acecharon nuestra vida. Como es muy probable también, que no nos hayamos percatado del peligro que corrimos y quizás nunca lo llegaremos a saber (a menos que sea la voluntad de Dios).

Lo importante es que sepamos confiar en Dios, ya que de una u otra manera él estará acompañándonos en todo nuestro recorrido, haya o no obstáculos.

Evitemos caer en pánico, no nos desalentemos y desesperemos. Al confiar en el infinito amor de Dios, en su misericordia y fortaleza que es la que nos sostendrá al tener que atravesar los obstáculos de nuestro diario vivir, Dios enviará a sus ángeles para que nos guarden en todos nuestros caminos: En las manos te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra”.

Es palabra de Dios, solo resta confiar.