¿Qué entiendes tú por Antropomorfismo? (Figuras Retóricas)
El Antropomorfismo es una figura retórica que consiste en atribuir a los dioses características humanas tanto de forma corporal como de comportamiento. El Antropomorfismo es un tipo de Personificación o Prosopopeya utilizado en el ámbito religioso.
El vocablo está compuesto de dos voces griegas: ánthropos (hombre), y morfes (forma), que juntas significan “en la forma de hombre”.
Este modismo consiste en hablar de Dios usando palabras propias sólo relacionadas a la persona.
Dios es espíritu (Juan 4:24), y como tal, no tiene cuerpo ni miembros corporales. Y porque es un ser infinito, no puede tener ninguna limitación humana.
Toda vez que nos dirigimos a Dios como si fuese humano, o cuando los escritores bíblicos hablaban de Dios como si fuese un hombre, es que están utilizando un modismo llamado “antropomorfismo”.
Para aclarar, veamos algunos ejemplos:
Éxodo 8:19 - se refiere al “dedo de Dios”.
Salmo 32:8 - habla de los “ojos del Señor”.
Éxodo 33:11 - dice que Moisés acostumbraba a hablar con Dios “cara a cara”.
Génesis 6:7 - dice que Dios se arrepintió de haberlos hecho. Por otro lado, en Números 23:19, afirma que Dios no es hombre, ni hijo de hombre “para que se arrepienta”.
Jeremías 7:13 - en la Versión Antigua, representa a Dios como “madrugando para hablar”.
Génesis 18:21 - representa a Dios como quien necesita ver para saber.
Salmo 18:11 - representa a Dios dentro de su “escondedero” con una cortina alrededor de él. Pablo expresa lo mismo en 1 Timoteo 6:16 cuando dice que nadie lo puede ver.
Las razones por que se emplea este modismo deben de ser evidentes. Para hablar de los actos de Dios tenemos que usar palabras tomadas de la experiencia humana para llegar a comprender.
Es muy natural, y acaso necesario, decir que Dios oye nuestras oraciones, aunque no tiene oídos; ve nuestras acciones, aunque no tiene ojos; viene para ayudarnos, aunque está presente en todo momento (omnipresencia); olvida nuestros pecados, aunque no puede olvidar nada; y vuelve sus espaldas hacia los pecadores no arrepentidos, aunque no tiene espalda para volver.
Todas estas expresiones se refieren a la manera en que funciona el ser humano; difícilmente podría ser de otra manera.
El hábito de hablar de Dios en términos humanos nunca debe hacernos criticar a los escritores de la Biblia o hacernos dudar. Es que se está expresando y comunicando de una manera que podamos entender, una manera más natural para apreciar.
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