Solo Escritura

Basado en: Gálatas 1:6-9

“Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema”.

Toda la Escritura ha sido inspirada por Dios (2 Timoteo 3:16) y de ahí su carácter de inerrante.

Pero suele suceder que, en nuestro recorrido por la vida, nos topemos con algunos que “tergiversan” la Palabra de Dios para propio beneficio. Estos no hacen más que presentar un “falso evangelio”, articulando engañosas doctrinas, producto de sus pusilánimes artimañas, con la finalidad de engañar, así manipular, gobernar y someter a muchos con fines espurios. Puede que, en algunos casos, sus palabras suenen muy lindas, sean agradables, tentadoras y atrapantes, pero si contradicen o no están en concordancia con la Palabra de Dios, será una falacia, una mentira, porque la Palabra de Dios es única, es verdad, es fiel, es luz, y es para vida eterna.

Estos “falsos profetas”, lo que menos hacen es transmitir la verdadera Palabra que el Espíritu Santo ha inspirado, legado e instruido para bien.

Si el Espíritu de Dios que mora en cada cristiano, les hace un llamado de atención, o si la falsa enseñanza les parece irrelevante o tienen dudas de lo que recibe, o percibe algo extraño o contradictorio, se encenderá la luz de “peligro”.

Pero para toda incertidumbre, hay una solución. Habrá una manera certera para constatar lo escuchado, lo visto u oído y esto es recurriendo únicamente a las Sagradas Escrituras para constatarlo. La Palabra de Dios es la única fidedigna, donde Dios se nos revela, guiándonos hacia la respuesta correcta.

¡¡¡¡Confía solamente en la Palabra Santa de Dios!!!!

Ante la duda, recurre a las Escrituras, palabra inspirada por el Espíritu del Dios Altísimo.