Todo tiene su tiempo
Basado en: Eclesiastés 3:1
“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”.
Es cierto que todo en la vida se da en un momento dado, y en donde hay situaciones en las que no tenemos el control de lo que sucede. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que la acción y el esfuerzo pueden favorecer a que alcancemos nuestras metas y objetivos.
La combinación de confianza en que las cosas sucederán en su momento adecuado y trabajar arduamente para alcanzar nuestra meta puede llevar a un equilibrio saludable en nuestra vida.
Si bien Dios tiene todo bajo control, es importante recordar que nuestra es la responsabilidad de tomar decisiones y actuar en consecuencia. Aunque la fe y la confianza en el Señor sean una fuente de consuelo y apoyo, no debe ser una excusa para quedarnos de brazos cruzados, sin hacer nada esperando que todo nos “llegue de arriba”. En muchos casos Dios es el que nos llama a la acción.
Es importante lograr el equilibrio entre confiar en Dios y tomar acción ante determinadas situaciones a fin de lograr lo que necesitamos. A veces, eso significará ser pacientes y esperar el momento adecuado, mientras que en otros significará tomar acción y trabajar duro para alcanzar el objetivo.
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