Una Esperanza Viva para el 2025
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” 2 Corintios 5:17
Al acercarnos al final de este año 2024, es un buen momento para reflexionar sobre nuestra vida, nuestras decisiones y nuestra relación con Dios. No se trata solo de mirar atrás, sino de dirigir nuestra mirada hacia adelante con una esperanza viva y renovada en el Señor.
Dios nos ofrece cada mañana una nueva oportunidad para acercarnos a Él: “…nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”. (Lamentaciones 3:23). Él no solo es fiel, sino que también nos invita a prestar atención a Su palabra y a entrar en un pacto eterno con Él: “Inclinen su oído y vengan a mí; oigan, y vivirá su alma; y haré con ustedes pacto eterno, las misericordias firmes a David” (Isaías 55:3).
El deseo de Dios para nosotros en este nuevo año es claro: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de ustedes, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para darles el fin que esperan. Entonces me invocarán, y vendrán y orarán a mí, y yo los oiré. Y me buscarán y me hallarán, porque me buscarán de todo su corazón” (Jeremías 29:11-13). Este es un llamado a buscar a Dios con todo nuestro ser.
El propósito para el 2025 no debería ser solo prosperar o alcanzar metas personales, sino que sea un año de volvernos al Señor. Si en este año hemos cometido errores o nos hemos desviado, está a nuestro alcance el arrepentimiento y el perdón. El libro de Josué nos exhorta: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Josué 1:8).
Al vivir de acuerdo con la Palabra, actuando con humildad, teniendo en cuenta al prójimo y obedeciendo Sus mandamientos, encontraremos paz y fortaleza, aun en medio de las pruebas. Recordemos también las palabras de Jesús: “En el mundo tendrán aflicción; pero confíen, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). Él ha prometido estar con nosotros en todo momento.
Por lo tanto, al despedirnos de este año, hagamos un firme compromiso de buscar al Señor mientras pueda ser hallado (Isaías 55:6), estudiar Su Palabra y ponerla en práctica. Este es el verdadero camino hacia una vida plena, guiada por Su voluntad.
Que este 2025 sea un año de renovación espiritual, de fe activa y de obediencia sincera. Solo entonces, todo lo demás cobrará sentido, y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará nuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús (Filipenses 4:7).
Que Dios te bendiga abundantemente y te guíe en este nuevo año que comienza.
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